AMOR ADULTO

1056836
A LA PUERTA DE LA ETERNIDAD 1890 – VINCENT VAN GOGH

Estoy muy joven para saber qué es el amor… no importa qué tanto o cómo lo demuestre, siempre seré joven para amar.
Pero, ocurre un cuestionamiento importante: Entonces cómo debo amar, ¿Cómo aman los adultos? ¿Cuándo uno se convierte en adulto?
Sé que el día llegará, cuando me siente en mi jardín y me dé cuenta de mi soledad. Despertaré pensando que me he quedado sola porque no supe amar y me plantearé nuevas formas de hacerlo o tal vez esté tan cansada que decidiré quedarme SOLA porque probablemente tenga muchas distracciones que me ahorcarán la vida. Viviré tratando de hacer las cosas como se deben: no me podré tropezar, equivocarme, «eso no está permitido»; evitaré problemas, ignoraré mis emociones porque solo me interesará cumplir con mis obligaciones; mi vida diaria se enfocará en la rutina que me crearé… ¿Seguiré viviendo? Y no hablo de vivir porque respiro, me refiero a si sabré disfrutar el atardecer.
Ese día llegará y diré: «Vaya que me he convertido en adulta»
Amaré tanto mi adultez, mi «libertad», mis responsabilidades, mis amores pasajeros de una o treinta noches; siempre y cuando tenga a mis opciones seguras o alguien que tolere mi forma de amar, en la individualidad, obviamente primero soy yo, y yo y yo, nadie puede atarme porque seré un adulto responsable. Cómo saber si es amor propio o egoísmo, existen teorías pero muy pocas historias reales que conozco; puede ser por mi juventud o porque soy aprensiva. Yo no quiero ser egoísta, ni tampoco temerosa, no quiero tener miedo a equivocarme, no concibo la hermeticidad. Es ahí donde sabré amar supongo…

Deja un comentario