21 DÍAS PARA ENAMORARTE – 4 DE MARZO 2022

Verdaderamente no sé por dónde empezar ni qué carajos hacer para acercarme a ti o por lo menos que notes mi existencia. Humildemente o mejor dicho, ñoñamente, voy a escribir una bitácora de mis intentos para que me voltees a ver. Juro que te enamoraré o por lo menos me enamoraré de mi idealización. Hace un año me flechaste el alma, el ego, mis pensamientos, macharon nuestras heridas o qué sé yo. En este primer intento de plasmarte no he llegado a una conclusión. Solo te puedo decir que vives en mis pensamientos y en mi estómago. Te pienso y me produces mucha felicidad, y cabe mencionar que prendes ese libido qué se esconde debajo de mis creencias y estereotipos. He tratado de sacarte, pero mi intelecto es muy terco y creo que se aferra más. Entonces me pregunto: ¿es realmente amor o me obsesioné? Tampoco quiero que plantees la idea de que te pienso en cada minuto. No, realmente no son las veces, es el cómo te pienso y con qué tanta concentración, algunos lo llaman energía del pensamiento. A veces pasa un mes y ni siquiera recordé el color de tu piel, la verdad es que tu olor ya no lo recuerdo. Me agarras en curva, y cuando menos lo espero, PUM, tu sonrisa me hace sonreír. Claro, en mi mente. Oh, también hay canciones que de pronto salen en mi playlist y me seduce tu baile, como por ejemplo una de thalia, esa la de piel morena. Uff, no sabes como sonríe todo mi cuerpo. Sé que no te soy indiferente, no es suposición es algo que yo vi en tus ojos, pero ha pasado tanto tiempo desde la ultima vez que nos vimos que probablemente ya olvidaste el calor de mis manos en las tuyas frías. Yo te voy a conquistar desde la verdad, sin la victimización con la que me conociste, esa que seguramente te asustó porque pensaste que me ibas a lastimar; me lo dijiste dos veces y lo recuerdo. Recuerdo tu mirada tierna y tu voz suave diciéndome que teníamos que cuidar nuestro corazón. Mis impulsos no podían parar, tenerte en mis brazos y besar tus labios carnosos desataron al animal que vive en mí. Te juro que no lo conocía, no había tenido esa sensación de deseo desenfrenado y tú sabes bien que no te cortejé y ni te deseaba, solo sucedió, así funciono, en contacto reconozco. Entonces, empezando este proyecto interesantísimo y bajando mis pensamientos en flujo de conciencia, ordenaré a mi inconsciente a tener la suficiente autoestima y valor para invitarte a salir. De pronto, te invito a platicar en sueños.

Es mi deseo y mi voluntad enamorarte.

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