Me dispongo a escribir y antes de poner la primera letra, recuerdo que hoy se cumplen los 21 días para enamorarte. No sé qué tanto te haya enamorado pero seguro, me piensas y me buscas.
También me aplaudo que, durante estos días, con la pretensión de enamorarte, me enamoré más de mí; no me olvidé de mí, como antes lo hacía. Ahí es, ahí es conmigo. Me miro en el espejo y me veo tan atractivo y me enamora lo que veo.
Qué narcisismo va a salir de mi intelecto, pero, tonta no eres, sabes que soy un partidazo, pero indudablemente me repelabas (como lo dije anteriormente), por mi olor a urgencia.
Estoy tan seguro de esto que me voy con más calma. El inicio es lo más difícil, tomar una decisión y empezar la realización fueron los veintiún días. A partir de mañana, con mucho más seguridad y conciencia te tomaré entre mis brazos y con mi comunicación corporal y mi energía te ofreceré lo que hay, y ahí estaré siempre para ti.
¿Lo tomas?
Es mi deseo y voluntad enamorarte.